Va una señorita con un físico impresionante por la calle con un perrito tomado en brazos,reposando entre sus turgentes pechos.
Un caballero se cruza con ella y le dice:
Señorita,ahora mismo daría lo que fuese por cambiarme por el perrito.
Y ella le contesta complaciente:
Pues véngase conmigo,que lo llevo al veterinario para caparlo.