Una vez pepito iba llegando a su escuela y en cuanto llega se aproxima a un grupo de niñitas y
estirando el brazo con el pulgar firme lo desplaza de izquierda a derecha diciendo:
-“ejele, éjele”.
las niñas molestas le dicen
-“hay!, grosero, majadero…” y se retiran al acto.
Así lo repitió con todas las niñas que se encontraba en su camino, y todas ellas le huían inmediatamente.
La maestra, muy atenta lo observaba. y se preguntaba. -“qué tendrá ahora
este condenado”. Al descanso fue tanto la curiosidad que decidió llamar a pepito y le dice: -“pepito!, venga para acá!.”
El responde: “que pasó maestra?”
Maestra: -“quiero que me explique eso del “ejele, éjele””
pepito: -“no!, lo siento maestra no se lo puedo decir.”
maestra: “digalo!”
pepito:-“no puedo maestra”
maestra:-“lo repruebo!”
pepito:-“esta bien, esta bien, es un juego!”
maestra:-“ah!…..quiero jugarlo”
pepito:-“no!, no puedo”
maestra:”lo repruebo!”
pepito:-“esta bien… esta bien…yo meteré mi mano en mi bolsillo derecho con mi pulgar firme y lo estaré moviendo, usted, tendrá que meter su ano en mi bolsillo izquierdo y tratara de agarrarlo.”
así fue y después de un forcejeo tremendo se escucha la voz de la maestra entusiasmada…
-“ya!, ya lo agarre pepito te gane…”
En eso pepito saca su mano derecha y moviendo su mano
responde…
-“ejele, éjele”