Una señora que estaba cumpliendo 80 años, muy admirada en el pueblo porque era la única profesora de órgano,
recibe una llamada telefónica del cura del pueblo notificándole que la visitaría en la tarde a su casa para darle la felicitación por su
onomástico.
Cuando el cura llega a la casa de la anciana, se da cuenta que sobre el
órgano que tiene la viejita en la casa hay un jarrón de vidrio lleno de agua con un condón flotando.
El cura no puede creer lo que ve y trata de disimular su asombro ante la viejita.
Luego de un rato hablando de todo lo que la viejita ha hecho en 80 años
de vida y haberse tomado dos cafecitos,
el cura sigue atónito de ver el cond** flotando en la jarra de vidrio,
que no aguanta mas y decide salir de su curiosidad: “Perdona hijita, pero acláreme algo: me podría explicar que es esto?
(apuntando al jarrón).
“Ahhh”, claro que si, no es maravilloso, el año pasado estaba caminando yo por el pueblo y de pronto conseguí
un sobrecito en el piso que decía en letras muy pequeñas
“colóquelo sobre el órgano, manténgalo húmedo y prevendrá cualquier
enfermedad.” Como puede ver, no me ha dado una sola gripe en todo este tiempo…..