Una rubia se va de vacaciones por primera vez a una granja.
Quiere hacerse popular y a la mañana siguiente se levanta más temprano que el granjero, entra al establo
y vuelve a salir al cabo de dos horas.
Radiante de alegría, tiene el cubo de leche en la mano y lo coloca a los pies del desconcertado granjero.
Su esposa le da un codazo en las costillas y le susurra:
“¿Le estás diciendo que no tenemos vaca?”.