Una pareja fue a comprar muebles para su nueva casa.
Deambulaban por la tienda, recorriendo los pasillos hasta que se toparon con un gran espejo.
La mujer lo miró y exclamó: “¡Cariño, este espejo es perfecto!
Hará que nuestro salón parezca tan elegante”.
El marido dudó y dijo: “¿Pero dónde lo pondríamos?”.
La esposa respondió con una sonrisa de satisfacción:
“Bueno, siempre podemos colgarlo sobre tu lado de la cama, ¡así podrás ver quién tiene siempre la razón!”.