Un tipo que vende aspiradoras llega a un edificio de 10 pisos, y luego de tratar infructuosamente de vender alguna en los primeros pisos,
se encuentra tocando la puerta en el décimo piso, donde le abre una señora.
Señora, estoy vendiendo unas aspiradoras que son… – Ay no, señor! –
le interrumpió la señora, lo que yo quisiera es un plomero, ya que tengo el inodoro atascado y no quiere funcionar.
El vendedor, jugándose la última carta, se le ocurre algo.
Señora, si su inodoro está atascado, yo podría hacerle una exhibición de mis excelentes aspiradoras, para que vea que potencia tienen.
La mujer, desesperada por arreglar su problema, acepta la prueba del vendedor y se dirigen al inodoro.
El vendedor prepara la aspiradora e introduce la manguera en el inodoro y la enciende. Brrrrrrrrrrrrrrr Pero no pasaba nada, no había succión.
Por lo que el vendedor decide aumentarle la potencia. –
BRRRRRRRRRRRRRR Pero todo seguía igual, la bolsa que debía llenarse continuaba vacía. Por lo que decidió darle la máxima potencia. –
BR&%*%$#*&^%, BRRRR%$#&*%$, PRAPPAPPRPAPRAPAPRA…. El vendedor vio con alegría como se empezaba a llenar el recipiente de la aspiradora.
Cuando ya dejó de succionar, apaga el aparato y le dice, orgulloso de su labor, a la dama:
Ya su inodoro está destapado.
El vendedor procedió a mostrarle a la señora lo que succionó la aspiradora, cuando la abre la bolsa encuentra dentro a un tipo desnudo.
Pero señor, ¿cómo entró Ud. ahí ? preguntó sorprendido.
Yo mismo no sé, pues lo último que recuerdo es que estaba cagando en el cuarto piso.