Un señor entra al hotel y le quiere preguntar al encargado algo, cuando se voltea,
al mostrador, su codo pasa por los pe**s de una dama a su lado, accidentalmente.
¡Los dos se asustan.! entonces el hombre voltea hacía la dama y le dice:
– “Señora, si sus pe**s son tan blandos como su corazón, estoy seguro que perdonará mi torpeza.”
A lo que la señora contesta:
– “Si su pe**es tan duro como su codo, estoy en el cuarto 221