El inglés roba 3 bollos, se los mete en los bolsillos y se va.
Le dice al irlandés: “Ha hecho falta mucha habilidad y astucia para robar esos bollos. El dueño ni siquiera me vio”.
El irlandés le contesta: “Eso es un simple robo, te enseñaré a hacerlo de la forma honesta y obtendrás los mismos resultados”.
El irlandés entonces procedió a llamar al dueño de la panadería y le dijo: “Señor, quiero mostrarle un truco de magia”.
El dueño estaba intrigado, así que se acercó a ver el truco de magia.
El irlandés le pidió un bollo y procedió a comérselo.
Pidió dos bollos más y, tras comérselos de nuevo, el dueño le dijo:
“Muy bien amigo mío, ¿dónde está el truco de magia?”.
Entonces el irlandés dijo: “Mira en los bolsillos del inglés”.