Un hombre escapa de la cárcel donde ha estado durante 15 años.
Él invade una casa en busca de dinero y armas y encuentra a una pareja joven en la cama.
Él ordena al tipo de salir de la cama y atarlo a una silla, mientras atando a la chica a la cama que se pone sobre ella, le besa el cuello, luego se levanta y va al baño.
Mientras está ahí, el marido le dice a su esposa:
“Escucha, este tipo es un condenado escapado, mira su ropa! Probablemente pasó mucho tiempo en la cárcel y no ha visto a una mujer en años.
Vi cómo te besó el cuello. Si él quiere sexo, no resista, no se queje, haga lo que le diga. Satisfacerle no importa cuánto te moleste.
Este tipo es probablemente muy peligroso. Si se enfada, nos va a matar. Sea fuerte, cariño. Te amo.
A lo que su esposa responde: “Él no estaba besando mi cuello. Él estaba susurrando en mi oído. Me dijo que era gay, que pensaba que eras bonita, y me preguntó si teníamos vaselina.
Le dije que estaba en el baño. Sea fuerte, cariño. ¡Tú también te quiero!”