Un chinito se ganó un viaje 5 estrellas y todo pagado a USA. Estaba en el restaurante,
y cuando le dieron el menú, no entendió nada, exasperado, le preguntó al camarero:
¿ Qué me recomienda?
El mondongo es exelente.
Esta bien, déme mondongo.
Pasada una semana que el chinito estaba allí,
el pobre estaba harto del mondongo, porque sólo eso comía, pues sólo eso conocía.
Andaba muy triste cuando se encontró con un amigo suyo.
Hablando, el chinito le contó su problema.
Ah, pero yo descubrí algo nuevo, ¡Ensalada!
El chinito se fue muy contento, y en la comida le dijo al camarero:
¡ Quiero ensalada!
Muy bien, ¿De qué la desea?
¡ De mondongo!