Resulta que entra un ebrio a un bar y le pide al cantinero que le llene un balde de gaseosa,
el cantinero lo mira desconcertado y cumple con su pedido.
Al rato vuelve el ebrio y le vuelve a pedir lo mismo,
así dos veces mas hasta que el cantinero no pude mas con su curiosidad
y le pregunta para que quiere tantos baldes de gaseosas,
este le responde, es para mi caballo.
Para su caballo?!!, no le hace mal?
no se pero, me muero de la risa cuando !!