Tres chicos están hablando:
–Amigos míos, dijo el primero, tengo una noticia dolorosa: mi mujer me engaña con un panadero.
–¿Cómo sabes que es con un panadero? Pregúntales a los otros dos.
¿Lo conoces?
– No, en absoluto. Pero la otra noche encontré harina en mi cama.
– Mi mujer también me engaña, dice el segundo. Con un deshollinador.
– ¿Cómo lo sabes?
Es muy sencillo. La otra noche encontré hollín en mi cama.
—Bueno, chicos —dijo el tercero—, yo también soy un cornudo. Mi esposa me engaña con un caballo.
– ¿Un caballo? exclaman sus amigos. ¡Es imposible!
-Pero sí, estoy seguro de ello. La otra noche cuando llegué a casa encontré un jockey en mi cama.