Llega un señor muy místico al negocio ambulante de un frutero a comprar una sandía; entonces el señor le dice al frutero…
dame una sandía grande por favor.
– Y el frutero se la da y el señor dice:
– Por favor, pártemela a la mitad a ver si esta roja.
– Pero el frutero le dice: No le puedo abrir la sandía solo para ver si esta roja señor.
Entonces el señor se pone a discutir con el frutero.
– En eso pasa un camión y atropella el carro de frutas y la sandía se parte en varios pedazos.
– Entonces el señor le dice al frutero: Vio que esta sandía esta toda blanca, y así me la quería vender???
– Y el frutero le dice:
-¡ Claro! Cómo no va a estar blanca la pobre, con el susto que acaba de pasar…