Llega el abuelo a pasar una semana en casa de su hijo, y tuvo que compartir la cama con su nieto, muchacho de 20 anos.
Una madrugada empieza a gritar el viejecito: ¡Pronto! Tráiganme una mujer de prisa, por favor.
Le dice el nieto: Abuelo: por tres razones no es posible traerte una mujer.
La primera, por la hora: son las cuatro de la mañana.
La segunda, porque eso pondría en peligro tu salud: ya pasas de 80 años.
Y la tercera, porque lo que tienes en la mano no es tuyo, es mío.