Estamos acostumbrados a que las cosas increíbles les sucedan a algunas personas especiales,
pero también les ocurren a los animales, lo que pasa es que ellos no lo pueden contar.
Esta es la historia de un perrito que vivía en su casita del jardín.
Hacía la vida de cualquier perro que no puede estar dentro de la casa.
Cuidaba el hogar, vigilaba que no entraran gatos, espiaba a sus amos con la esperanza de que lo dejasen entrar, masticaba sus huesos cuando estaba aburrido,
o simplemente molestaba a todos con sus ladridos si estaba desconforme.
Spike era un perro común, de ninguna raza en especial, pero muy cariñoso y guardián.
Sabía la importancia de proteger a los suyos y estaba orgulloso de haber ahuyentado a varios ladrones. Pero pasaba muy aburrido.