A uno de los ladrones se le cae accidentalmente la máscara. Lo devuelve, pero sabe que es demasiado tarde.
Entonces le pregunta al hombre más cercano: ‘¿Viste algo?’
‘Bueno, sí, estuve cerca y…’
El ladrón le dispara al instante. Luego se acerca al segundo más cercano: ‘¿Qué viste?’
‘¡Nada!’ dice el hombre, asustado. ‘Pero a mi esposa no se le escapa nada…’
‘¡Donde esta tu esposa!’ grita el ladrón. ¡Muéstramela!
“Está en casa, pero puedo llamarla y estará aquí en cinco minutos”