Estaban dos compadres en una cantina platicando de negocios, cuando de pronto entra un caballo y le dice al barman:
Sírveme una copa.
A los dos minutos otra vez:
Sírveme otra copa.
Y el caballo después de haberse tomado las copas abandonó el lugar.
De pronto un compadre le dice al otro:
Oye compadre, ¿No viste algo raro?
Y le contesta el otro:
¡ Sí, se salió sin pagar!