Eran dos amigos que iban a salir con sus novias para diferentes lugares y deciden prestarse algo.
Uno de ellos le presta el reloj, el otro le presta los zapatos.
Entonces se encontraron en la calle sin planearlo caminando por diferentes aceras y uno le grita al otro:
¿ Qué hora es en mi reloj?
Y el otro le contesta:
¡ Faltan 30 minutos para que te quites mis zapatos!