En plena ceremonia y con iglesia llena, entra un borrachito.
Todos lo miran, pero nadie se anima a decirle nada.
Lentamente se acerca al púlpito, sube… y haciendo una seña como dividiendo la iglesia en 2 mitades grita…
– De aquí para acá, todos son unos conchesumadres!!, y de aquí para allá, todos son unos hijos de puta!!.
Indignado por el espectáculo un señor se levanta y le dice
– Oiga usted… Sepa que yo no soy ningún hijo de puta!
Y el borrachito sin alterarse le respondió:
– Aaaa noooooo????? Entonces que haces allí… pasa para acá conchetumadre