Un tipo va todos los días a la misma cafetería, mira el menú y pide siempre lo mismo: jamón y huevos.
Todos los días lo mismo: jamón y huevos.
La camarera decide gastarle una broma y lo tacha del menú.
Él entra y ella le dice,
“¿Sabes eso que te gusta tanto? Lo he rayado”.
“Bueno, lávate la mano y tráeme jamón y huevos