El director general de un banco se preocupa por un joven director estrella que, después de almorzar,
se empieza a ausentar al mediodía. llama al detective privado del banco y le ordena:
“Siga a Alvarado un día entero, no vaya a ser que ande en algo vidrioso”.
El investigador cumple con el cometido, vuelve e informa:
“Alvarado sale normalmente al mediodía, toma su auto, va a su casa a almorzar, luego le hace el a*** a su mujer, se fuma uno de sus excelentes cigarros y vuelve a trabajar”.
“Ah, bueno, menos mal, no hay nada malo en todo eso”. “¿puedo tutearlo, señor?”, pregunta el detective.
“¡Sí, cómo no!”, responde sorprendido el director.
“Repito: Alvarado sale normalmente al mediodía, toma tu auto, va a tu casa a almorzar,
luego le hace el amor a tu mujer, se fuma uno de tus excelentes cigarros y vuelve a trabajar”.