El abogado de divorcios le dice a uno de sus clientes
– Referente a su caso, tengo una noticia buena y otra mala. ¿Cuál quiere oir primero?.
– Pues… la buena.
– Su esposa no va a pedir que se repartan las herencias que usted reciba tras el divorcio.
– Ah, bien… ¿y cuál es la mala noticia?.
– Se va a casar con su padre.