Dos puercoespines que jamás habían salido del bosquecillo
donde vivían deciden ir a explorar y suben hasta una pequeña colina cercana.
Una vez en lo alto, divisan una extensión de espesos matorrales con grandes espinas.
-¡ Aaah! – Exclama uno de ellos. -¿ Qué pasa?
– Pregunta el otro. -¿ Es que no lo estás viendo? ¡Nos han invadido los marcianos!