A un gerente le llama la atención de repente que su colega lleva un pendiente.
Como lo conoce como una persona muy conservadora, encuentra este cambio sorprendente y le pregunta:
– ¡No sabía que te gustaban los pendientes!
¡No sabía que te gustaban los pendientes!
– Está bien, no le dé mucha importancia, es solo un pendiente”, respondió el hombre visiblemente avergonzado.
– ¡Ajá! ¿Y desde cuándo lo llevas?
– Desde que mi esposa lo encontró en nuestra cama…..