El profesor decide ir a la residencia de estudiantes para socializar más con sus alumnos,
y al entrar en una habitación encuentra a un grupo de estudiantes totalmente jugando con una .
La mujer, con los ojos vendados, saboreaba por turno
a los estudiantes y trataba de adivinar sus nombres por el sabor.
Los muchachos ven al profesor y le gritan:
¡Hola, Profe! ¡Venga a jugar con nosotros!
¡No! ¿Cómo puede ser? Un profesor no puede hacer cosas tan denigrantes.
¿Por qué no? No se preocupe ¡Ella ya se equivocó tres veces con alguien confundiéndolo con usted