Un argentino trata de controlarse a una chica, la invita a cenar y comienza a hablar:
yo soy grande, escribo poemas, me encanta la lectura,
voy al cine por lo menos tres veces a la semana, soy un estupendo amante, me gusta bailar,
tomarme unos tragos con los amigos… (y así sucesivamente)
Al cabo de un rato, el argentino dice: che!
pero que pelotudo soy! he estado hablando casi toda
la noche de
mi ¡que egoísta! Ahora te toca a vos hablar de mi