La ONU resolvió hacer una gran encuesta mundial. La pregunta era: “Por
favor,
diga honestamente cuál es su opinión sobre la escasez de alimentos en el
resto del mundo”.
El resultado fue desastroso:
Los europeos no entendieron que es “escasez”.
Los africanos no sabían lo que era “alimentos”.
Los norteamericanos preguntaron el significado de “el resto del mundo”.
Los cubanos se extrañaron y pidieron mayores explicaciones sobre “opinión”.
El Congreso argentino todavía está debatiendo qué es
“honestamente”