Estos eran cuatro tipos que estaban jugando dominó en una cantina.
Al rato de estar jugando,
uno de ellos se levanta para ir al baño. Aprovechando el descanso, los otros tres se pusieron a platicar, y uno de ellos dijo: no es por presumirles,
pero a mi hijo le ha ido muy bien en el negocio de bienes raíces, ha ganado tanto dinero, que ya hasta le regaló una casa a uno de sus amigos…
Pues tampoco es por presumirles, pero mi hijo es distribuidor de
automóviles importados, y gana tanto dinero que ya hasta le regaló un Ferrari a uno de sus amigos…
Pues mi hijo tiene una casa de bolsa, y como le estará yendo de bien,
que hasta le regaló a uno de sus amigos un paquete de acciones de las mejores…
En eso regresa el que estaba en el baño. Los tres presumidos le preguntan como le ha ido a su hijo, y él les responde: pues la verdad, mal.
Mi hijo desde chico era medio delicadito, y ahora de mayor, de plano se descaró:
es un homo declarado, y trabaja en un salón de belleza. pero ha de ser bueno para lo que hace,
porque uno de sus novios le regaló una casa, otro un Ferrari, y otro un paquete de acciones de las más buenas…