Van un tipo y un loro en un avión, y el animal llama a la azafata:Vamos tontita, tráeme un whisky, y rapidito.
Ahora mismo.
El tipo dice:
Por favor, ¿podría traerme un café?
Cuando tenga tiempo señor.
De allí a un rato el loro pide otro whisky de malos modos y es atendido inmediatamente mientras que el señor educado no logra su propósito.
Señor loro, ¿cómo lo hace?
Yo la trato mal, para que sepa quién es el macho, quién manda y por eso obedece.
El tipo dice:
A ver mugrienta, tráeme de una vez el café que te pedí.
Llega el comisario de abordo y los tira a ambos por la puerta del avión.
En plena caída dice el loro:
Hay que ser muy macho para ofender a la azafata sin saber volar.