Tres amigos están conversando en un bar sobre sus esposas. Uno dice:Anoche le dije a mi mujer que en la casa yo era quien mandaba.
Ella no estuvo de acuerdo, así que nos sentamos a hablar, y decidimos tomar las decisiones entre los dos.
El segundo dice:
Pues anoche le dije a mi mujer que en la casa yo era quien mandaba.
Ella no estuvo de acuerdo, empezó a gritarme hasta que me cansé y le dije que hiciera lo que quisiera.
El tercero se queda en silencio, hasta que los otros le preguntan:
¿Y tú no tienes problemas con tu mujer? – Bueno, anoche le dije a mi mujer que en la casa yo era quien mandaba. Ella no estuvo de acuerdo,
pero en media hora ya la tenía caminando a gatas por la casa.
Los otros estaban asombrados:
¿Y entonces qué pasó?
Bueno… Entonces ella gritó:¡Sal de debajo de la cama y pelea como un hombre!