Era una familia en la que el papá era muy tacaño y ya su televisión era muy vieja, y le piden al papá que les compre una televisión nueva y dice el papá:
¿Para qué quieren una nueva, si ésta se ve bien?
No papá, ya se desajusta, se oscurece, se le ven rayas.
Bueno, vamos a la tienda y si me convencen se las compro.
Llegan a la tienda y empiezan a ver las televisiones.
Mira papá, esta televisión es a colores y más grande que la que tenemos.
En eso se acerca un vendedor y les pregunta:
¿Los puedo servir en algo?
Y contesta la familia:
Queremos comprar un televisor.
Esta televisión es a control remoto, y pregunta el papá:
¿Y eso qué es?
Mire señor, ve éste aparatito, sin que usted se tenga que levantar puede subir el volumen,
puede cambiar los canales y prende la televisión y empieza a cambiar los canales y el papá se queda impresionado,
pero como no quería gastar en una televisión dice:
No señor, no compro esta televisión porque es para flojos.
Y le pregunta el vendedor y su familia:
¿Cómo para flojos?
Sí señor, yo no soy tan flojo como para no decirle a mi familia:
Hija cámbiale al 7, vieja pásale al 13 y como yo no quiero que mi familia sea floja, no la compro.