Chico visita a su dominatrix favorita
Pone su dinero en la mesita de noche y dice:
—Me he portado mal, señora. Necesito que me castiguen.
Ella le hace desnudarse y agacharse mientras le azota el trasero tembloroso.
Luego lo hace meterse en la cama y lo ata firmemente a los postes de la cama.
Ella pasa su látigo sobre su carne y, mientras él se retuerce en anticipación,
Los postes de la cama se rompen y sus brazos quedan libres.
“No te preocupes, puedo arreglarlo”, dice mientras corre hacia su coche.
Regresa en unos minutos con algunas herramientas y se pone a trabajar.
En pocos minutos los postes de la cama quedan fijados.
Él mira con admiración su obra y sonríe.
“¡Como nuevo, señora!”
Ella dice: “A este sub realmente le encantan las publicaciones”.