Dios recibió una delegación de animales que se quejaban de su suerte en la vida.
Había un elefante, una jirafa y una gallina.
El elefante se quejó:
“Señor, ODIO ESTE BAÚL que me has dado
¡Es un estorbo y me hace quedar como un tonto!
El Señor dijo:
“No te quejes
Te permite recoger comida, beber agua, etc.
“sin mojarse”!
Luego la jirafa se quejó:
“¡Señor, ODIO ESTE CUELLO LARGO! Me hace engordar, me duele mucho el cuello y la gente se ríe de mí”.
El Señor dijo:
“No te quejes
“Te permite coger los mejores frutos y hojas de las ramas altas, y ver a distancia”.
La gallina habló:
“Señor, no quiero quejarme….
pero o me dejas tener un culo más grande o unos huevos más pequeños”.