Una secretaria estaba ayudando a su nuevo jefe a configurar su computadora y le preguntó qué palabra le gustaría usar como contraseña para iniciar sesión.
Queriendo avergonzar un poco a su nueva secretaria y hacerle saber cuál era su situación, le dijo con aire de suficiencia que fuera “herramienta”.
Sin parpadear ni decir una palabra, ingresó la contraseña.
Luego casi se muere de risa ante la respuesta de la computadora:
CONTRASEÑA RECHAZADA. ¡NO ES LO SUFICIENTEMENTE LARGO!