Una mujer, irritada porque su marido volvía tarde a casa, decidió dejar una nota diciendo: “Ya tuve suficiente y te dejé.
No te molestes en venir tras mí”.
Luego se escondió debajo de la cama para ver su reacción.
Al poco tiempo, el marido llega a casa y ella puede oírle en la cocina antes de entrar en el dormitorio.
Pudo verlo caminar hacia la cómoda y recoger la nota.
Después de unos minutos, escribió algo antes de levantar el teléfono y llamar a alguien.
“Ella finalmente se fue… sí, lo sé, ya es hora de que vaya a verte, a ponerme ese se** camisón francés.
Te amo… no puedo esperar a verte… haremos todas las cosas malas que te gusten”.
Colgó, cogió las llaves y se fue. Oyó el coche alejarse cuando salió de debajo de la cama.
Hirviendo de rabia y con lágrimas en los ojos, agarró la nota para ver qué escribía…
“Puedo ver tus pies. Nos hemos quedado sin pan: volvemos en cinco minutos.