Un día, un hombre entra a una oficina de correos y ve a un hombre calvo de
mediana edad parado en el mostrador colocando metódicamente sellos de “Amor”
en sobres de color rosa brillante con corazones por todos lados.
Luego saca un frasco de perfume y comienza a rociarles aroma.
Su curiosidad se apodera de él, se acerca al hombre calvo y le pregunta qué está haciendo.
El hombre dice: “Voy a enviar mil tarjetas de San Valentín firmadas, ‘¿Adivina quién?'”.
“¿Pero por qué?” pregunta el hombre.
“Soy un abogado de divorcios”, responde el hombre