Un marido y su esposa estaban en el baño preparándose para el trabajo cuando el marido miró a su mujer y le dijo:
“¡Tengo que tenerte!”.
La arrinconó contra la puerta del baño, le bajó la ropa interior y la violó.
Sabía que lo estaba haciendo bien porque ella gritaba y se contoneaba más que nunca.
Cuando terminó, empezó a ponerse la ropa de nuevo y cuando notó que su mujer seguía retorciéndose contra la puerta le dijo:
“Eso fue lo mejor, cariño. Nunca te habías movido así, no te habrás hecho daño, ¿verdad?”.
Su mujer responde: “No, no.
Estaré bien cuando pueda sacar el pomo de la puerta de mi trasero”.