Un día había un concurso de los hombres más mentirosos del mundo y pasa el mexicano y dice:
– Un día yo estaba en mi granja cuando de repente se soltó mi toro,
y lo fui a agarrar de los cachos y me lo llevé cargado hasta la sala.
Luego pasa el chino y dice:
– Un día yo encontlalme en la guela y le pedí a un avión de los Estados Unidos pala que me llevala a mi casa y cuando bajal amelicano,
bang, dalme en el colazón, y después yo pedile favol y me llevó.
Cuando la oportunidad es del guatemalteco, este se puso nervioso y no sabía qué decir, entonces se para frente al público y les dice:
– Señores, yo soy testigo de todo lo que ellos dijeron porque yo estuve allí.