Un hombre va donde el doctor y le dice muy preocupado:
– Doctor, mi esposa me tiene angustiado, yo creo que se está quedando sorda.
– Hombre, hagamos una cosa, usted se le va a poner a una distancia prudente y le va a hacer una pregunta,
y se le va a acercar hasta que le responda, vamos a ver que tan grave es el problema.
Esa noche el marido se para detrás de ella y dice:
– ¿Amor qué hay de cenar?
Y nada…
– ¿Amor qué hay de cenar?
Después de preguntar 4 veces ella al fin responde:
– ¡Ay! ¡Es la cuarta vez que te digo que hay pollo!