Pepe y María se encontraron por primera vez en la playa.
Se miraron, se enamoraron y muy rápido se casaron.
En la noche de bodas, Pepe le dice a María:
– Querida, de hoy en adelante te llamaré Eva.
– ¿Por qué? . . Preguntó María.
– ¡Porque sos mi primera mujer!
– Bueno, qué bien; pero entonces yo te llamaré P***.
– ¿Porqué…?
– ¡Porque sos el número 307…!