Era un pobre que no encontraba trabajo y se puso a pedir durante todos los días junto al supermercado.
Ponía su gorra al suelo y sin más, poco a poco juntaba una buena cantidad de monedas.
En esto que un día de repente el pobre aparece con 2 gorras en el suelo.
Le dice una señora que siempre le daba
-¿ Y esto, como es que ahora tienes 2?
– Es que los capitalistas somos así, si hay negocio, lo expandimos.