Estaba un contador, un arquitecto, un químico y un burócrata discutiendo sobre, cuál de sus perros era el más listo.
Entonces, se les ocurrió ponerles a prueba, el arquitecto llama a su perro de nombre compás y le dice:
Has lo que sabes, y el perro tomó un pliego de papel milimétrico, un lápiz, y una regla y dibujó un cuadrado perfecto.
Después el contador llamó a su mascota de nombre inventario: Muéstrales, le dijo,
el perro fue por un paquete de galletas y las dividió y acomodó en tres pilas con el mismo número de piezas.
A este, le siguió el químico que llamó a su perro de nombre Matráz y le dijo:
Has lo tuyo. Y el perro tomó un recipiente con leche y una taza graduada y midió exactamente 1/2 litro.
Cuando tocó el turno al burócrata todos estaban atentos a ver que hacía su perro, entonces lo llamó: ¡Senador!
Y el perro sin más fue y se echó sobre el pliego de papel, bebió la leche de un sólo trago y se zampó todas las galletas.