Hechos a la medida de los niños, los chistes infantiles divierten y ayudan a agudizar el ingenio mientras juegan. Por eso hoy te hemos traído una selección de chistes infantiles para que compartas un grato momento con tus amigos.
Una niña pregunta
Una niña observaba a su madre mientras hacía las tareas de la casa y de pronto notó que tenía algunos mechones de cabello blanco en su cabeza. La niña pregunta intrigada a la madre:
– Mamá, ¿por qué tienes algunos cabellos blancos?
– Es que cada vez que te portas mal, uno de mis cabellos se vuelve blanco.
La niña quedó pensativa un momento y luego preguntó nuevamente:
– ¿Y por qué la abuela tiene todos los cabellos blancos?
En la cafetería del colegio
Los niños aguardaban turno en la cafetería de un colegio católico a la hora del almuerzo. Sobre una punta del mostrador había una fuente con manzanas con un cartel que decía: “Sírvete sólo una. Dios está observando”.
En el otro extremo del mostrador, había una enorme fuente de galletitas de chocolate con un cartel que un niño había garabateado: “Sírvete todas las que quieras, Dios está observando las manzanas.”
Un niño a su padre
Un niño dice a su padre:
– Papá, vinieron a preguntar si aquí teníamos un burro.
– ¿Y qué les contestaste, Martín?
– Que no estabas.
Dos niños jugando
Estaban dos niños jugando en la calle y uno le dice al otro:
– ¿A ver si puedes hacer paro de manos?
– No sabo.- contesta el otro.
– No se dice, “no sabo”. Se dice: “no sepo”.
Una mujer escuchaba a los dos niños e intervino:
– No se dice: “no sabo”, ni “no sepo”.
– ¿Y cómo se dice?- preguntaron los niños.
– No sé.- contestó la mujer.
– Y si no sabe, ¿para qué se mete en lo que no le importa?